La siempre sonriente profesora Susana desgastaba su voz tratando de explicar la fonética de las letras "T" y "P".
-Ya Niño repitan conmigo… “Tito ama a Pepa”- decía la atractiva y juvenil profesora mientras señalaba la oración con la punta de su dedo índice.
- “Tito ama a Pepa”- repetían a coro los niños de Primero básico A.
La profesora seguía gritando cuando sintió un asqueroso y nauseabundo olor a pedo en la sala de clases.
- Niños la sala esta hedionda a Pedo, si tienen ganas de hacer “popo” deben avisarme- dijo la profesora.
- Tía Susana no son peos son ringtones – dijo Jaime Palma mientras levantaba la mano.
El primero básico A se reía estruendosamente mientras la profesora pensaba que talvez Jaime no sería un delincuente sino un genio.
-Ya Niño repitan conmigo… “Tito ama a Pepa”- decía la atractiva y juvenil profesora mientras señalaba la oración con la punta de su dedo índice.
- “Tito ama a Pepa”- repetían a coro los niños de Primero básico A.
La profesora seguía gritando cuando sintió un asqueroso y nauseabundo olor a pedo en la sala de clases.
- Niños la sala esta hedionda a Pedo, si tienen ganas de hacer “popo” deben avisarme- dijo la profesora.
- Tía Susana no son peos son ringtones – dijo Jaime Palma mientras levantaba la mano.
El primero básico A se reía estruendosamente mientras la profesora pensaba que talvez Jaime no sería un delincuente sino un genio.