martes, agosto 02, 2011

América Dolida




Hace 500 años América despertó con la cruz en la frente
una mano en sus caderas y el penetrador jadeo de lengua castellana.

Hoy América se hace carne en ti mujer
histérica esquizoide que gritas a solas en el interior del departamento
insultas, haces volar los platos desplegando chispas de incoherencias
con el ritmo de la lluvia amazónica lloras los abusos cotidianos del sistema
y reclamas días tras días sirviendo platillos de ardientes meriendas.

Confieso América haz crecido, lo veo en fugaces espejismos eléctricos
te aburriste de los ratones de la cocina, la basura y la piel de virutilla
santificas tu centro en un altar multicolor, motor de fantasías millonarias.
Tenías razón abuelo… un calzón tira más que una yunta de bueyes.



Te detesto América desquiciada y cruel.
Protectora de sicarios infantes de nariz empolvadas de tierra maldecida
mocos sistémicos del éxito pasajero, brisa húmeda de selva esclavista
tu tibieza entrega consuelo en el sonido de campanas de las iglesias
que canta y llora… llora y canta… con voz de procesión enlutada
despidiendo a los mártires que cuelgan de la cúpula con sus escapularios
exponiendo sus morados cuerpos imantados de moscas carnavalescas
extasiadas de carne y música.

América traicionera, puta y reventada.
enterraste en lo más profundo del desierto a tus verdaderos ángeles,
bellas doncellas ultrajadas, locos educadores anarquistas, justicieros sociales,
predicadores iluminados que a sabiendas de la derrota miraron valiente
el fusil del orden.


Lloras desconsolada América dolida… pero de qué.
¿Victima? ¿Victimaria? Quejumbrosa bastarda. Lloras de qué.
De vender tu sustancia, negar tus raíces ancestrales, de ignorar la sangre derramada.
De entregar tus entrañas a los miembros gordos y fétidos de imperialistas ilustrados.



América dolida, América llorona. América…
A pesar de lo incompresible de las corruptelas y de la intrascendencia de tus locuras.
Te amo amé rica dolida. Te amo en la presencia, y delirio apasionadamente en tu ausencia.
Confió, tus lágrimas regaran los jardines del campo santo de los tercermundistas mausoleos.

Brotaran nuevas semillas, se forjaran nuevos cuerpos, se iluminaran nuevas mentes aladas
Y plagarás el planeta de artistas que a pesar del doloroso llanto buscaran tu ardiente belleza.

La Palabra




La palabra
cayó a la tierra como un rayo
el hombre asustado
emprendió la travesía
por los continentes
en busca de su luz.
en el trayecto
los inconformistas
se convirtieron en poetas.