jueves, julio 23, 2009

Lentes (Remix romanticón)



El barrio Bellavista había levantado la mesa, las personas regresaban a sus casas como hormigas a sus laberintos, el amanecer estaba próximo, no más de media hora. Julia y Joaquín conversaban sin preocuparse del tiempo. Ambos aunque no lo dijeran deseaban que la noche continuara.

- Julia dónde vives.

A Joaquín le gustaba pronunciar su nombre como si esas silabas lo acercaran a su cuerpo.

- Cerca de la plaza de Maipú – contestó algo ruborizada.

-Te voy a dejar al paradero- Joaquín alza la mano apuntando con su dedo índice- es de ese paradero una cuadra hacia abajo.

-así es.

Caminaron lentamente, ninguno de los dos se atrevía a tomar la mano del otro. A pesar que se habían besado varias veces durante la noche. Joaquín sacó de los bolsillos de su chaqueta negra un par de lentes de sol y se los colocó. Cuando llegaron al paradero él apoyó su espalda en una columna de acero que estaba perpendicular a los asientos de madera. Julia se acercó (demasiado quizás) a él para conversar.

-Sabes que lo pasé súper bien contigo y me gustaría volver a verte.

-a mi también Joaquín.

- Julia hace tiempo que no me sentía tan cómodo. Eres divertida y eso me encanta.

-Dame tu teléfono para llamarte- dijo ella tomando la iniciativa.

Ambos sacaron sus teléfonos móviles y teclearon sus respectivos números. Examinaron si los teléfonos estaban correctos y el ringtone de Julia comenzó a sonar, era una canción de Arctic Monkeys “Bakery”, cuando aun sonaba su melodía con guitarras sinceras y crudas Joaquín se abalanzó sobre ella y la besó. Ella correspondió apasionadamente y con sus manos acarició su pelo. Los lentes de Joaquín cayeron al suelo, eso a él no le importó, y siguió besándola.

- Creo que te rayé los lentes. Dijo ella preocupada.

- No importa- dijo él relajado- un lente sin rayones es como una vida sin pecado. Además lo único que me preocuparía es… si me rayaran la pintura en la micro, no quiero que te imagines que deseo ser la muralla de un pene grafittero de algún flayte degenerado.

En Chile el termino “rayar la pintura” se utiliza, cuando un hombre con sus genitales toca a una mujer en la vía pública especialmente en la locomoción colectiva, aprovechándose de las aglomeraciones. Los hombres chilenos “rayan la pintura” de las féminas cuando ellas están sentadas, colocándose de pie al frente de sus brazos, rozando su miembro en el hombro de las mujeres. Otro “rayado de pintura” clásico es cuando el bus está repleto y el hombre debe transitar hacia la puerta de salida rozando con su pene a diestra y siniestra los contornos de las personas, dependiendo de su orientación sexual.

- Cada día el Transantiago está más degenerado.

- realmente está insoportable.

Julia en el fondo quería que Joaquín le rayara la pintura, eso y mucho más, ella sentía que él podía ser su hombre, al menos por unas semanas. Ella quería estar con Joaquín al natural. Tenía ganas.

- Julia ahí viene la micro.

- Es que no me quiero ir. Por qué no me acompañas a mi casa- dijo con un tono algo desesperado.

-Que dirán tus padres.

- Nada, vivo sola con una amiga.

Él la besó rápidamente, estiró la mano para detener la locomoción y se subió con ella a un bus oruga del transantiago.

2 comentarios:

Roberto_Carvallo dijo...

fue tan malo este escrito..que nadie comentó... lucharé para ser cada vez peor y más fome....

buuuuuuu

Beatriz Lorca Espinoza dijo...

Jajajajajajajjaj no es malo, para nada, creo que cuesta comentar relaciones de 2 personas, uno no sabe que decir, que opinar o que posición tomar pfffffff