lunes, junio 13, 2011

Desierto II

Quemé mi corazón
en las piedras ardientes del desierto
despoblado espejo de imágenes sin tiempo
oráculo de Babilonia, Roma y Nueva York.

Desierto
Eres prisma que refleja todos los rostros
sal que alimenta el karma
de los hombres que se dejaron vencer.

Desierto
Estratagema del caos
Arena de silente vuelo
Cobre de generoso color,
Oro que baña las almas
Viento que olvida todo.

Desierto
Calor que seca y adormece el habla
Desolación que construye utopías
Putas entregadas… putas danzarinas
Musas de mi grito global.


Desierto
Dónde estarán las mujeres
que acariciarán mis sienes
cuando recité el último verso.



Amada
Por ahora veo como el desierto
crece en una esquina del jardín.

3 comentarios:

BELMAR dijo...

Hacia los versos
con toda la pasión...

Fer dijo...

Lo extraño ex profe, el otro día soñe que lo veia en la calle caminando de lejos luego hablabamos y aún nos hacia clases. jaja Y usted que nos quiere mandar al demonio (asus alumnos).

y esta más decir que me gustó este poema, quizá es uno de mis favoritos que he leído de usted.

Un saludo, que este bonito bonito.
(:

Roberto_Carvallo dijo...

saludos fer
pero no entiendo eso de mandarlos al demonio... es solo que la vida sigue...