lunes, julio 10, 2006

EL Aula Bizarra (Octava Parte)

Por suerte había preparado material para las clases de la jornada de la tarde, sé exactamente que debo hacer para salir ileso de esa aula, estoy al limites de la afonía, el esfuerzo de la semana ha sido feroz, por eso le pido a una alumna que me pase la lista, la voluntaria es una morenita bien simpática, se llama Alicia Cerón, ella toma el libro, comienza a leer los nombres de sus compañeros, pero desde el mismo instante que la jovencita pasó al frente del cursos, sus compañeros se comenzaron a reír, les trate de llamar la atención pero mi voz me lo impedía, les hice un gesto de silencio y se callaron, yo no sabía lo que iba a pasar. Alicia tiene una voz desagradable, con un tono metálico que eriza los oídos, Alicia pronuncia los nombres como un alarido, sus compañeros levantan la mano y fruncen el ceño como muestra de desagrado, un joven comienza a gritar ¡a los tomates, a los tomates!, Y otro alumno lo imita ¡a 100 pesos el kilo de papa!, En unos segundos el curso se transformó en una feria, y eso que Alicia no había alcanzado a pasar a la letra “J” de la lista. Fue la lista más insoportable de mi vida, pero no puedo decir nada, además me conmovió la buena disposición de Alicia, a ella no le importaba lo que gritaban sus compañeros, miraba el libro y lanzaba sus gritos, realmente se veía cómoda en mi lugar, al terminar de pasar la lista le di las gracias. Escribo las instrucciones en la pizarra, pero como no puedo expresarme en voz alta tengo que pedirle nuevamente a Alicia que actué como mi interprete, a través de ella les explico la actividad a los jóvenes del 2ºA.

Al terminar la clase con el 2ºA me dirijo cansado a la sala de profesores, en ella se encuentran tres profesores, hablan de la ineptitud de sus alumnos. En la cabecera de la mesa se encuentra el profesor de Matemáticas, un viejo de unos 55 años, bien llevados, con una actitud noble pero fuerte, él es quien lleva la conversación, encabeza una la lista de reclamos frente a sus improvisados auditores. El segundo docente es el profesor de Lenguaje, un caballero culto, con pinta de gerente de banco, lo que más me llama la atención de él es una ligera cuota de extravagancia, cuando almuerza emite desconcertantes frases de latín entre bocado y bocado, este tipo me simpatiza porque en el fondo sabe que todo esto es un juego y parece que nada le molesta. El tercer profesor es de ingles, un joven de unos 30 años, moreno, gordo, de sonrisa fácil y aspecto bonachón. El cuarto rey mago es el profesor reemplazante, él sin nombre, el fantasma de la sala de profesores. La conversación gira en torno a la desidia de los alumnos, de la paca importancia que le dan al colegio, al desinterés patético que muestran en la sala de clase, del poco conocimiento que poseen y de esa facilidad maldita que tienen para reclamar por cualquier cosa. Los ejemplos de estas manifestaciones brotan como la maleza, esta no es para nada una conversación alentadora, yo sólo los observo, por que hago tiempo para marcar mi tarjeta y partir a casa. Después conversan de las utópicas metas del ministerio de educación, con sus grandilocuentes comentarios para la galería y televisión, que para el año 2010 todos los alumnos debían salir del colegio hablando ingles, de los programas educaciones para enseñar chino porque vamos a firmar un tratado de libre comercio con ese país asiático, entre otras cosas, las conclusiones que sacó el viejo profesor de matemáticas fue que la ministra de educación del gobierno anterior una tal Mariana Aylwin era tonta, pero que el ministro Vitar es definitivamente un hueón, el profesor de castellano asintió, argumentando que los alumnos apenas saben escribir el castellano y van a manejar correctamente el ingles, ni pensar el chino, un idioma altamente complejo, con una cantidad asombrosa de caracteres, más de 80.000 y que un habitante nativo se demora Más de diez años en aprender a leer un libro. Lo único que saque en limpio de toda esta conversación que definitivamente los culpables de los problemas educacionales somos los profesores.

El día jueves más de lo mismo, los días comienzan a repetirse, solo las anécdotas bizarras lo identifican el uno del otro, la rutina aumenta con la experiencia, la mía es escasa talvez por eso me doy cuenta de este proceso, cada jornada que comienzo es algo nuevo para mí, pero está comenzando a cambiar mi percepción. Hoy lo único que me saco del orden fue que un alumno del 3ºF para variar un curso de especialidad electrónica, donde longerismo internacional domina el aula, me gritó mi mote en la cara. Lo fui a callar por que estaba haciendo ruidos con la boca, y le dije que si se creía Mac Fanton, (Ventrílocuo argentino que aparecía en los estelares martes 13 en la década de los 80 y principios de los noventas) el alumno talvez pensó que era una broma, se tapo la cara y me grito ¡CHOC-MANNNNNNN! Y el curso despertó en carcajadas, los hice callar, los encare diciendo que cuando uno asume la profesión de profesor sabe que los apodos son parte del oficio y que sus risas no me afectaban, dije algo más, pero no me acuerdo, solo queda un día más para que se acabe, para que tomarme la molestia si no me quieren escuchar. Mañana es viernes Santo, soy ateo, pero siento una felicidad enorme por la fiesta que se avecina.


El sábado salí a tomar un trago con unos amigos y les contaba mis anécdotas del colegio, ellos entre combinado y combinado me contaban que existía una película llamada el Reemplazante, me relataron pasajes violentos donde un profesor estilo Harry el sucio, o Charles Bronson disciplinaba a sus alumnos apunta de puñetes, patadas y incluso a balazos. La final de la noche, entre rancheras punks, boleros y rock, gritaba camino a casa, ¡yo soy el Reemplazante! ¡No te metas conmigo!.

Los domingos son terribles, de repente me derriba a la cama toda la angustia de las obligaciones, es el presagio de lo que no quiero enfrentar, jóvenes electrónicos gritando, molestándose y golpeándose, los padecimientos de un consejo de curso del infierno, dos horas agonías, lo único bueno es que enfrento el último día.

15 comentarios:

alikis dijo...

Francamente no sé cómo soportas.
Así claro que se hace necesario borrar esas agotadoras experiencias con lo que sea.
Yo te imagino más como profe tipo Harry el Sucio,jajaja

Mis respetos, mi estimado.

Daniela Coraline dijo...

que alumnos más insoportables.....
nada que decir.... solo que odio hoy a los profes de matematicas...maldición!!!

sabes?? de repente no me asustan tus historias, tengo cada vez más y más deseos de entrar a trabajar....

alikis dijo...

Ya es la última clase?
Se vienen las vacaciones.

¿Y que dijo el otro? dijo...

Hola. Si yo estudié en Juan Gómez Historia. Mi amigo no tomaba cervezas, pero la imitaba a la perfección.
Saludos

::: Isis ::: dijo...

Que no te adormilones como los otros rpofes que con el tiempo no se dan cuenta y solo los lleva la maquina y les echan la culpa a medio mundo de que las cosas estan mal.

Sigue adelante y animo y fuerza, que enseñar es una prfesion noble y tienes que ser fuerte.

Saludos.-

Fernando dijo...

Tengo el mismo pensamiento de Isis, creo que es un momento en que los viejos vinagres te están tentando a la pasividad, a dejar todo como está.
En ese grupo de alumnos deben haber varios que valen la pena la lucha, sigue adelante por favor, recuerda que tu eres Chocman y un superheroe no se rinde facilmente.
Saludos

Catalina Pimentel dijo...

que cul un profe con blog.
yo tengo un profe que admiro por sobre todo; llega a la sala y todo le da lo mismo. los plazos y las deudas son cosa del pasado en su cabeza. lo mejor es cuando tira al aire tallas de plan z.

Unmasked (sin caretas) dijo...

jajajaj

No se porque usted me parece mas tierno que el reemplazante jajaj


Un beso profe y realmente se merece cada centavo que le pagan por "deselectronizar" a esos jovenes.

Petra

Claudia Castora dijo...

Mientras te leía me preguntaba qué hay de gratificante para ti en esta profesión...porque algo debe haber, y no es que sienta que te estés quejando sino simplemente que te has ido desencantando.
Te lo pregunto porque siempre quise ser profe de historia y la vida me llevó simplememnte por otros caminos y ahora, al leerte, como que lo voy agradeciendo.
Algo debe haber, seguro, sino mi amigo, ni siquiera te tomarias la molestia de escribir estas cronicas, que no me cabe duda, te brillan los ojos cuando lo haces.
Un besito profe, ánimo, está escribiendo de lo mejor.

Kiantei Castor Troy

alikis dijo...

Y qué pasó?
Estamos de vacaciones?
Saludos

Nachitaxxx dijo...

me siento tan identificada... mis profes siempre decian lo mismo de nosotros.
es que somos la generacion maldita.

No se culpe a nadie.


besitos, profe!

Paulo dijo...

mui biene..

Paulo

PORTUGAL

Anónimo dijo...

debo ser sincera y decir que me dió una flojera exagerada el leer todo desde un principio, pero aseguro que me daré el tiempo algún día en que no sean las 1:47 a.m y tenga el cerebro dispuesto como para poder leer atentamente.
saludos sinceros.

·º·DarkAngel·º· dijo...

me había perdido ... olvidé en qué capítulo iba, pero esto va lentito igual que yo... jijiji

se ha perdido un poco, sus sueños parecen irse lejos y esconderse sobre las nubes... que ningún día gris le nuble sus sueños

sin sueños, la vida no tiene mayor sentido

un beso

Claudia dijo...

tambièn me perdì en los capìtulos... en fin... los domingos pueden ser terriblemente maravillosos tambien...los alumnos y esas clases me traen bellos recuerdos finalmente