martes, enero 30, 2007

Su último día (segunda parte y final). Homenaje a mi Padre

Cuando miraba sus enrojecidos ojos, humedecido por sentimientos que yo no soy capaz de dimensionar, no pude experimentar más que temor. ¿Qué ha sucedido en eso cuarenta y ocho años de trabajo?, ¿Qué situaciones han ocurrido?, ¿Ha sido feliz?, ¿Ha sufrido?, ¿Cuántas decepciones ha tenido que soportar?, Realmente frente a ese misterio me siento disminuido, ignorante, y me doy cuenta que desconozco una faceta de la existencia de mi padre, una vida que me ha sido invisible.

Solamente se me han enunciado vagos titulares de un puzzle que talvez nunca pueda solucionar.

Las cosas que conozco de la vida laboral mí Padre son:

- entró a la fabrica a los 14 años.

- sus dos hermanos, que ahora están muertos, comenzaron a trabajar en la empresa sólo unos años antes que él.

- juntos a ellos, disfrutó el mundial de Chile, hasta soñaron en comprar una televisión, pero terminaron viendo los partidos de la selección en una televisión empotrada en un pedestal de madera ubicada en el centro la plaza.

- en 1965 la empresa de Zapatos sólo en su sede de Peñaflor contaba con aproximadamente 3000 trabajadores, -también existían las sedes de Melipilla (dedicada a la curtiembre) y la bodega de Cerrillo.

- vivió toda la efervescencia política de Chile de finales de los sesenta y principios de los setenta, en medio de una fabrica paralizada, dividida y de continuas huelgas.

-el golpe de Estado y el posterior toque de queda, transformó a la empresa en un prodigio de la producción, cercada por el temor, a pesar de eso no hubo ningún desaparecido entre los trabajadores.

- se casó en 1976. Mi madre que también trabajaba en la empresa, pero ella pertenecía al departamento de contabilidad. Mi Padre aún era obrero

-cuando trabajaba en Talleres y comenzaba la década de los ochentas, fue ascendido de obrero a empleado. Chile vivía una complicaba crisis económica.

-1984 vino el dueño de la Fábrica directamente desde Canadá, y en una elegante ceremonia le entregaron un reloj de oro marca Longines a mi Padre por sus 25 años de servicio en la Empresa.

-1987 mi familia sufre una fuerte crisis, mis padres casi se separan, las razones las ignoro, lo único que sé, es que mi madre lloraba mucho.

-1988 en una sobria ceremonia le entregaron un Reloj Longines de oro, a mi madre por sus 25 años de servicio en la Empresa.

- en 1989 mi madre fue despedida, nunca más volvió a trabajar en ninguna otra empresa

- en 1990 fue ascendido al departamento de Modelaje Técnico.

- en 1999 el Jefe al cual más respetó, don Enrique, muere en circunstancia que desconozco.

- 2004 se cierra la bodega y la sede de Melipilla, centrando las labores de la industria en Peñaflor, la fabrica cuenta con una planta 1200 de trabajadores.

-después de 48 años Trabajo, el 4 de enero del 2005 fue despedido, junto a diez compañeros, de ellos sólo sintió tristeza por uno, su amigo Norberto.


Me gustaría, preguntarle a mi Padre muchas cosas sobre esa vida que desconozco, de su existencia, sus experiencias, sus errores, ¿a donde quedaron las bromas?, Los sobrenombres, el sexo, los romances furtivos, la alegría, las penas, las traiciones, los secretos y las envidias entre compañeros. Pero aunque me pesé, su vida y sus recuerdos son un patrimonio que solamente él puede disponer, además no sé si tenga el coraje, para enfrentarme a él y preguntarle sobre esos temas, la razón no la tengo clara, talvez sea por que lo quiero mucho, quizás simplemente es por respeto.

Ese día destapamos una botella de vino finísima que estaba guardada para las grandes ocasiones, llevaba años posada en la biblioteca del comedor. Me senté junto a ellos, mi madre lo acompañaba y le daba ideas de las cosas que podía hacer en su futuro, ella sabia lo terrible que era que te despidieran de una trabajo después de tanto tiempo. Entre ellos las palabras no sobraban, hace tiempo que no los había visto tan unidos, no me quedó otra alternativa que mirarlos y dejarlos en paz. Disfruté el vino, lo encontré delicioso, raramente esa ha sido la única vez que sentí que mis padres eran libres, libres de verdad.

Un vago remordimiento se azota en mis vísceras y no sé que hacer con él. Trató de mantener serio, sereno, pero muy cercano, pues, no me gustaría que mi padre supiera lo que siento.

La sombra del trabajo me persigue, nublando mis expectativas, no deseo ser una mala mueca de mi mismo. Sé que debo hacerlo pronto, pero no acierto en el modo. Aunque reconozco que en esa área he cometido errores, pero la exclusividad de la culpa no sólo recae en mí persona.

Sinceramente, después de mucho tiempo, hoy me siento paralizado.

No es el trabajo lo que me asusta, es el olvido, que nos borra despiadadamente de los seres que amamos, ese olvido que hoy siento, esa melancolía, esa ignorancia que me aterra y se confunde con el peor de los aliados, el inescrutable, riguroso y egoísta deslizar del tiempo, qué como el río del estigio nos conduce hacia a la muerte, sé que es un trayecto que todos debemos emprender, talvez mi padres primero que yo, eso nadie lo sabe. Solo cabe esperar, asumir, y disfrutar esas humeantes tazas té que sirve mi madre, esperando que eso días implacables que se avecinan, -como el que hoy padece mi familia-, demoren mucho años más en llegar.

9 comentarios:

Claudia Castora dijo...

A veces siento que ves todo tan oscuro mi negro, a veces no.
A veces de verdad siento que eres capaz de ver las cosas como son no más.
Nunca he escrito sobre mi padre, no me da el cuero, no siento ese orgullo que sientes tú ni esa cercanía ni esa admiración, cosas de la vida, algunos no salieron hechos de tan buena madera.
Me habría gustado tanto tener un viejito como el tuyo, así de aperrao, en su humildad y en su apego, pero bue...
sorry el minuto de confianza.
Siempre te sigo y te seguiré no solo porque de los viejos vamos quedando pocos sino porque en la profundidad de la palabra te siento en un vínculo especial.

Mil abrazos y buena vida, cuando se quiere siempre resulta.

Daniela Coraline dijo...

después de leer completa la historia... no he sabido de qué agarrarme, porque me siento una ignorante... sólo me causó la palabra final... o una de ellas... el olvido..
a mi también me susta sabes?
yo siempre le he tenido miedo a desaparecer, porwue siento que nadie me recordará, que todos me olvidarán...
y yo.... yo jamás lograré despredenrme de nadie en ningún momento de mi recondito olvido...
supongo que estás bajoneado y todo lo que consigo trae ese tipo de noticias..lo bueno es que has podido darle un homenaje a tu padre cxon tus letras, tus escritos, tu inspiración... y te apoyamos.. estamos contigo..yo y mi circunstancia...
un abrazo gigante!

::: Isis ::: dijo...

Me has dejado con una sensacion de angustia tremenda.

Como detener el tiempo y poder aprovecharlo mejor... porque derrepente lo olvidamos y olvidamos a quienes queremos.

Saludos y grs por compartirla.-

Unmasked (sin caretas) dijo...

El mejor de tus relatos...
Me has emocionado...
La historia de tu padre y tu madre sos vos, el resutlado de la historia de ellos es tu presente..y quien mejor que vos, profe, lo sabe...si no sabemos nuestra historia, dificilmente entendamos como llegamos aqui, y quienes somos...

Hay preguntas que es mejor no hacer, hay polvo que es mejor no levantar, o simplemente meterlo bajo la cama y ya, y olvidar. Para que? hay preguntas que solo traen dolor y el solo hecho de explicarlas, traen verguenza y al final un poco de humillacion. ES mejor como te digo dejar esos restos de polvo bajo la cama, para que envejescan y con el correr del tiempo se confundan con el sedimento del suelo...hasta que desaparezcan..ese es el olvido..

Excelente querido, excelente. Me encantan tus historias con humor, pero este lado tuyo no lo conocia, y me ha dejado sin habla. (si me conocieras, hablo hasta por los codos, un horror) jaja

beso grande de recuerdos y olvido

Petra

Dedo Idiota dijo...

nuestra cuna es la misma estación de tiempo, que forjó tantas familias en torno a la fabrica... a mi padre lo aplastó el olvido, el agobio, esa sensación de estar frente a un muro extenso e inamovible, pero en su dolor amarró otro final……….. entiendo esa sensación de melancolía proyectada sobre el propio destino…… esa oscuridad de estar casi al final del camino… la tentación de mirar hacia atrás… y ver… y vernos…………. No tiene idea lo que ha provocado este texto… gracias colega… un abrazo

·º·DarkAngel·º· dijo...

Siento muy cercanas sus palabras...

Es dificil contar situaciones o momentos y darles más sentido que el que el propio hecho puede dar. Darle más colores, otra fuerza. Y encuentro que en su relato hay eso.

:) muy cercanas...

cariños y un beso

Elena dijo...

Tremenda historia, la mejor, y provoca, quizá en algunos años más, pueda mirar así despejada mi vida, la influencia de esas otras vidas... es que ahora el apego es distinto, me confundo.

Lo siento real y sincero, como no te imaginas)))

Daniela Coraline dijo...

te vengo a saludar
holaaa!

Claudia Castora dijo...

Vengo por las letras que me prometiste, espero que te hagas un tiempo entre tanto ajetreo de micros e inicio de clase.
Un abrazo negrito, te deseo un super buen año.