sábado, mayo 03, 2008

Maldito Celular


Roberto estaba frente al espejo preguntándose como estaba tan ebrio, veía en el cristal su rostro castigado por la falta de sueño, y por la desesperación de no tener nada de lo que anhelaba. Sentía que todo los que deseaba lo había mandado al carajo, su rabia nacía por que Roberto sabía que su suerte estuvo ahí para tomarla y no dejarla escapar, pero para variar lo había estropeado.

Su pecho se contrajo en un ahogo, le faltaba el aire, apoyó su brazo sobre el lavamanos y escupió en el orificio del conducto de la cañería. De pronto un flash en su pecho le acordó que se iba a morir algún anónimo y fantasmal día, que nada en la vida era eterno y experimentó el pavor de la fragilidad, la angustia del tiempo cayó castradoramente sobre sus hombros y quiso rebelarse como lo hacen los condenados a muerte. Gritó. Estrelló su cabeza sobre el espejo trizando su imagen. La sangre empezó a caer a borbotones desde su ceja y parietal derecho. Los vidrios cayeron y el lavamanos se tiñó de rojo. Roberto se sintió mejor. Veía todo más claro a pesar de la sangre en su cara. Tenía las respuestas. Sabía lo que iba a realizar era arriesgado pero ya no tenía miedo. Tomó su teléfono celular y marcó su número. Tenía claro que iba a molestar a Camila, pero nada de eso le importó, su verdad estaba primero.

- Alo Camila.

- Que pasó Roberto son las dos de la mañana tengo que trabajar-dijo soñolienta

- Yo también.

-¿Estuviste tomando? Dijo Camila enojada

-Un poco… pero estoy bien-contestó Roberto lo más seguro que podía.

- ¿Qué quieres? Si nosotros ya terminamos.

- Es que descubrir una verdad… y debes saber.

-dime que tengo que dormir- dijo marcialmente

- Camila Te amo. No Tengo miedo, ya no más.

9 comentarios:

Diana dijo...

Que dolorosa declaración de amor


besitos

Claudia Castora dijo...

Es que hay que experimentar el pavor de la fragilidad para entendernos valientes y tomar las riendas...de lo contrario nos lleva la corriente.
Ojalá de algún resultado, de corazón eso espero.
A su salud compañero.

Beatriz Lorca Espinoza dijo...

UUUUUUUffffffffffff vuelvo después de tanto tiempo y me encuentro con una DECLARACIÓN... Caer para ver la luz y aclarar la mente te hace Rande, muy Rande...
Muchos cariños

Clau dijo...

Que heavy ojala me dijeran eso en estos momentos.
Los hombres se dan cuenta de esos detalles algunas veces demasiado tarde...no lo digo por ti, antes creo recordar que me posteaste sobre el maldito celular...ahora lo entiendo jajaja
un abrazo de oso
y aps la sinceridad alcoholizada también es NOTABLE
jajajjajaja

Clau dijo...

jaja dime de cual tomai a ver si al mio le hace efecto jajajja

Fer dijo...

Que irrisorio, trágico y drámatico.
Lo que hace el alcohol.. Uhm.


Al menos sirve para declaraciones que salgan de nuestro lado más vulnerable, entonces hay que puro emborracharse para dejar en claro que los seres que demostramos caretas, tenemos más sentimientos que el mamon de la esquina.

:D

Nos vemos Profe :)

Ojalá que tenga un fin de semana notable.


Adieu.

Anónimo dijo...

Una extraña declaración...

Me alegra comprobar que regresaste.

Un fuerte abrazo desde el Otro Lado.

Unknown dijo...

Crudamente emotivo....

Me recuerda a cierto personaje q tb una vez me llamo en una hora inapropiada para solo decirme q estaba pensando en mi....

BELMAR dijo...

Comento en otro lugar lo que no comenté donde correspondía cuando correspondía: me pareció genial la historia del profesor que enseña historia medieval y el concepto de Dios, que es bien práctico, en todo caso... te lo dice un agnóstico... hasta pronto!