jueves, julio 02, 2009

La Novia



La calle se abre a cada paso, el maicillo hace que la sensación de calor sea más intensa. Por los poros de su piel se expele un olorcillo etílico que los incita a seguir la fiesta, siguen caminando con más ganas.

- Pronto llegaremos- dice el Carlos.

- ¿A dónde Chucha queda la cancha del Torino?- inquiere el Toby

- Calma muchachos, ya vamos a llegar y los voy a invitar a unas Pilsen- dice el Richard

Carlos se contagió de entusiasmo.

Llegan a la cancha, se apostaron a la orilla de la barda. Richard hace un pisa pies para que su compañero salte la reja. Carlos salta y desde el otro lado les dice que no hay moros en la costa. Ayuda al Toby para que salte la muralla, le cuesta al guatón, aún padece los estragos de la borrachera de anoche, sus manos le tiemblan y no tiene la fuerza para traspasar la mitad de su cuerpo hacia el otro lado de la cerca, La mitad de su humanidad cuelga intentando superar el obstáculo, Richard siente rabia y recoge un palo del suelo y lo ensarta en su trasero.

- Córtala maricón- le grita enojado.

- Sube guatón culiao que nos van a pillar y son dos pilsenes menos si nos cobran las entradas.

A pesar del asco que produjo, Richard empuja de las nalgas al guatón. Cae pesadamente hacia el otro lado. Solo escucha las carcajadas de Carlos, que se burla de la inoperancia del gordo.

Richard sabe que todo el barrio piensa que es bakán, porque a pesar que es bueno para el copete aún me mantiene en óptimo estado físico, salta sin problema hacia la cancha, además es una leyenda futbolística de la población.

La tercera serie adulta del Torino está ganando dos cero al Deportivo Peñaflor, los guatones y los flacos piturrientos corren un lado a otro tras la pelota en busca de hacer un gol. Los tres amigos fueron a comprar las deliciosas Pilsen, estaban angustiados, se las piden a la señora Ximena que los atiende amablemente aunque no entiende claramente la petición de guatón Toby.

- Dos Pirsen Escupos- dice el Carlos.

-Que dijo mijo- dice la señora Ximena.

- Disculpe señora… quiero dos Cervezas Escudos.

-Cuide a su amigo Richard... que ya está medio pasa´o y el Torino no está pa` atados.

- No hay drama señora Ximena.


Los tres caminan victoriosos y alegres con las Pilsen en las manos…cuando el Richard se queda pegao con una mesa que tenía una cabeza de chanco cocida, que poseía un velo que la cubría de las moscas. La cabeza está intacta, parece tener vida, su lengua saliente recostada hacia un lado (quizás quejándose del calor) y posaba sobre los molares, sus ojos cerrados, su nariz pálida y redonda. La chancha parecía una novia de películas bizarras y clase B.

-Don Lucho que onda con esa cabeza de chancho- pregunta Richard.

- Es el premio para una rifa a beneficio del Club, para las serie cadetes para comprar una pelota.

-Dónde se compran los números.

-Aquí, ¿cuanto quieres?

-Dame cinco- Richard paga con sus último 500 pesos ahora tendría que irse a pie a su casa.

Los tres amigos beben Pilsen durante el segundo tiempo del partido de la tercera serie. Entre ellos ya no se entienden, siguen bebiendo porque no tienen nada más que hacer. Toby y Carlos, se ponen a dormir sobre el pasto.

El Richard sale a buscar conversación con una cerveza en la mano que la utiliza como anzuelo para compartir con los desconocidos invitándolos a un trago y así pasa la tarde de una conversación errática a otra. La cancha está de fiesta, el Torino ganó y está a dos fechas de ser campeón. Llegó el momento de lanzar el premio de la gran rifa. El Richard se tambalea y se apoya sobre un árbol a observar los resultados.

- El premiado es… Richard González- el ganador deja la cerveza en el suelo y a tientas va en busca de su premio.

Contento y sorprendido recoge a sus amigos que están sentados fumando marihuana con un vecino del barrio.

Al acercarse el Toby y el Carlos comienzan a reír.

- Mira Carlos… ja ja ja ja al Richard le fue bien… consiguió novia… ahora tení que puro perrear a los Daddy Yankee- dice riendo mientras soltaba el pito entre risas.

- Está más o menos… yo te he visto minas más feas y más piolas - dice el guatón Toby.

- Lo único… es media cortita de piernas y de manos la mina… se va en pura cabeza.

- Igual al mamón salva- dice el Toby- en una de esa pone los ojos blanquitos.

- Y que tanto guatón… vos te vai en pura guata si hasta la tula se te achicó- se trata de defender el Richard- vos que no te veí la pichula cuando meai. Meai de oído hueón.

- ¿Oye y que haremos con la cabeza de chancho? – pregunta Carlos para tratar de cambiar el tema.

- Comerla… ¿todavía andai con la corta pluma?- dice el Richard.

- Si toma.

Dejan la bandeja de cartón con la cabeza de la chancha sobre una banca para sentarse y el Carlos con su pulso débil, había sido el escogido de pegarle el primer corte y probar el plato. Lentamente entierra el cuchillo sobre la mejilla del animal y de los ojos cerrados de la chancha comienza a caer una lagrima por su mejilla izquierda.

- No me como esta cabeza si esta llorando- dijo el Carlos con espanto y poniendo cara de asco, capaz que no esté penando.
-
- A vos te pena la falta de choro (polvo, cacha, culión, ósea sexo) negro Carlos

- Pero una vez te comiste a la Juana Calquín que parecía campeona de levantamiento de pesa, incluso si te curabas te pescaba de un brazo y te llevaba a la casa y después te violaba- Dijo burlescamente el Toby.

- No hueí... esa mina era peligrosa, te imaginai una llave de cachete en la Tula, te morí hueón, perdí tus futuros hijos- contesta convencido el Carlos.

- Pero que vamos hacer con la cabeza de la chancha- insiste el Toby

- No queda otra que comerla- dice el Richard

- Como cuando te aprovechai de las gorditas y la dejai llorando… rompe corazones.- dice el Carlos.

- No le rompo el corazón- dice tiernamente y socarronamente el Richard- sino los calzones, además las cochinas también tienen derecho a ser feliz.

- Sale cachero de la pampas… si andai más botado, ni el aire frío te pesca … por qué no tratamos de empeñar la cabeza en la botillería del viejo Lucho… capaz que nos den dos cajas de tinto y nos tomamos el del estribo- dijo con actitud de líder el Carlos

El Toby y el Richard asintieron.

Caminan lánguidamente con ritmo de trasnochada cumbia villera por el medio de la calle de tierra hacia la villa “Nueva Trapiche”.

Los tres jóvenes borrachos y su novia cabeza de chancho, Buscan sellar con broche de oro la gran farra del fin de semana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nada igual que una tarde de domingo en el fútbol, ¿no?

Un fuerte abrazo desde el Otro Lado

Rodrigo Z. dijo...

La silvestre espontaneidad de la vida que fluye en su devenir natural...

Entretenido relato profe....

Siempre un gusto leerlo.

Atentamente

Alkazar dijo...
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Beatriz Lorca Espinoza dijo...

Excelente relato si hasta me imaginé en la cancha jijijiji Me tomo la Pilsen, me fumo el pito, pero comerme a la chancha ni.... Jajajajajajaja