viernes, junio 17, 2005

UN CUENTO REPETIDO.

En mi velador descansan los siguientes libros: “Las Flores del Mal” de Charles Baudelaire, “A sangre Fría” de Truman Capote, “Hijo de ladrón” de Manuel Rojas, “Los detectives Salvajes” de Roberto Bolaño, “La Senda del Perdedor” de Charles Bukowski y “Una Temporada en El Infierno” de Arthur Rimbaud, esta última obra es un verdadero Misterio para mí, impenetrable, incomprensible y perturbadora, quizás esa sea la razón de su lugar preferencial dentro mi pieza. Supongo que el calificativo de “Escritores Malditos” que fueron victimas algunos poeta modernos de la Francia de finales del siglo XIX, no sea más que un mote impuesto por editores con ansias de vender un talento exótico y desgarrador, provocado por los eternos y sangrientos conflictos del alma humana. Creando una imagen abismante y castradora, para los seres que abrigan mundanas aspiraciones artísticas. ¿Como vencer al mar?, ¿Cómo sometemos al tiempo?, ¿Como subyugamos el aire? ¿Como nos trasformamos en Dioses?, ¿Cómo se ama?. Por esto y mucho más detesto a los nuevos aspirantes a artista que pululan por la universidad creyéndose los nuevos “Escritores Malditos”, estos estúpidos o mejor dicho estos malditos, siempre sé vana glorían de ser borrachos, drogos, conflictivos, asiduos participes de acontecimientos extraordinarios, que rayan en lo marginal, pero para ellos estos acontecimientos poseen una impostada belleza. Esa turbia vida endiosada, no me es cercana, lo que suele sucederme, pervertida y cotidianamente es emborracharme y que no suceda nada excitante, una que otra caída que me marca el rostro antes de llegar a casa, pero nada de importancia, nada que valga la pena contar, nada que me acerque al hombre absoluto, ni a un suspiro de divinidad. Lo vuelvo a repetir insistentemente, odio a los apestosos aspirantes a artista y a la leyenda negra de los “Escritores Malditos”, porque en teoría son capaces de experimentar y relatar otra vida, nos engrupen con esa posibilidad, ¿Qué otra vida?, si existe, cosa que dudo absolutamente, ¿dónde esta?, esta posibilidad me parece una soberana burla que ataca directamente a nuestras vidas comunes, de estudiante de población, criados con porotos, fideos insípidos, fieles amantes del vino tinto, la cerveza, y las sopaipillas con mostaza, situación que refuerza mis instintos, ese no es el camino hacia otra vida, un camino no se forja de famas e idolatrías, es triste que nos engañen con la promesa que podemos hace todo lo que queremos, esta posibilidad choca trágicamente con la realidad, -que poco podemos visualizar-, a este mundo no venimos a hacer los que queremos, por suerte algunos afortunados, contados con los dedos de un cien pies pueden hacer lo que pueden, irremediablemente estamos condenados a cumplir con un destino velado, predestinado por nuestra propia esencia, clavada en lo más profundo de nuestra sangre. Me pregunto cual es él camino de los Jóvenes que nos lanzamos a la vida inconscientes, con el imperativo objetivo de cazar una mina, que solo va ha ser rica hasta los 18 años, y después se va a transformar en una madre gorda y sobre protectora, por qué a través de mis manos no puedo llegar a ser millonario. Como no tengo respuestas me hundo, por esta razón hoy me estoy embriagando, por esa envidia inútil, de no poder transformar mi vida en 180°, por sentirme atrapado, inmóvil, con el amargo oficio de la palabra resentida, que me empuja al aislamiento de estar amalditándome casi todos los fines de semana frente a la incandescente pantalla de un computador, mientras mi vida trascurre frente a mis ojos, dominada por la rutina. Lo peor es que mañana debo ir a jugar a la pelota, y capaz que no me pueda las pelotas, porque perdí el toque que tenía con el balón, sólo me queda el recuerdo de los goles. Felizmente lo he logrado, estoy borracho, lo que es lamentable para las pocas horas de sueño que me quedan, lo cual significa que me voy a perder la final del mundial de fútbol “Corea-Japón 2002”, donde se enfrentan las dos escuadras más poderosas en la historia de los Mundiales, frente a frente, fantasía y disciplina. Brasil y Alemania, desafiándose a muerte, pero eso a mi no me importa, yo solo quiero dormir.

Sueño para que mi suerte cambie, o en el mejor de los casos se mantenga en el mismo carril, busco algo que me dé un poco de esperanzas, soñar con goles a estadios llenos y decenas de mujeres hermosas visitando mi alcoba en busca de amor. Las cuales me acosarían desesperadamente por teléfono con el firme objetivo de compartir su tiempo conmigo. Por eso odio las conversaciones por teléfono, principalmente cuando se tratan de amor y seducción, no soporto no mirar a una mujer a los ojos, y por lo menos verle las gomas, me desconcierta, hasta disminuirme. Odio estar aquí, y que el combinado se acabe, odios el trago y su borrachera, pero no odio la resaca, pero sí odio la falta de alcohol cuando la gente mediocre me rodea y también cuando escucho conversaciones de amor. En definitiva, el Negro tiene la culpa, con su concubinato feliz, con su amada promotora que según él se parece a Shakira, con la mina esa… de las impresoras lexmax... o como se escriba.

Llega el final lamentablemente, nada pudo cambiar las cosas, lanzo el cuchillo a lava platos, y se quiebra justo en la culata de plástico. Me hago un pan con mayonesa y ketchut. Apago el computador, y me dirijo a la cama, hoy no es un buen día para morir, bueno supongo que nunca lo es, hace mucho frío y pocas personas irían a mi velorio, por lo menos lo evitarían, solo asistirían si fuera estrictamente necesario, bueno nunca me ha importado que la gente me acompañé, si ni siquiera celebro mis cumpleaños, menos me debe importar que me acompañen a mi funeral, y hay algo que es una verdad… necesario nunca fui, si fuera así nunca pensarían en eliminar mis restos orgánicos, pero en realidad nadie es indispensable… tomo uno aspirina, me lavo los dientes, rezo un padre nuestro, ¡pero si soy ateo¡ no sé por qué nunca he dejado de rezar, me percino, y duermo en pos de un nuevo día... al final nunca me gustaron los suicidios, no tengo el valor para eso, escribir despedidas y eso… es una verdadera lata… son demasiado complicados para mi, tanto como los son los “Malditos, Escritores Malditos”. No importa mañana dan los Simpson y capaz que haga un gol o dos. Eso es lo bueno de estar borracho... es que uno habla tanta hueas…

1 comentario:

Roberto_Carvallo dijo...

sipo volvió el viejo wuata..y esta el plan diet..nada de meterse en los laberintos del alma y la deseperación y la experimentación... asi que me voy al tibet...y sigue visitando a este humilde aprendiz... y no es por ego. adios.