martes, diciembre 27, 2005

Cuento de Hadas falaz, post-modernista, anarquista, de un hueón que aspira a Principe azul porque quiere comerse a una Cenicienta Peliroja.(nº 2)

No sé porqué me impacta tanto la presencia de esta joven de cabellos rojos, me sobrepasa, no encuentro explicación que me satisfaga y no puedo conformarme. Es verdad que son pocas las mujeres bellas en estos eventos y que la mayoría de las jovencitas que asisten a las tocatas punks no se caracterizan por ser atractivas. Como se dice vulgarmente son lo que botó la ola. Por lo general acostumbran a ser gordas buenas para el copete o flacas raquíticas con rostros extraviados, supongo que el factor común es que muchas de ellas han sido ignoradas gran parte de sus cortas vidas, en el colegio, el barrio y hasta en sus propias familias, por lo tanto hacen de la fealdad un culto, algo que les da un sentido de pertenencia, por lo cual se juntan con otros supuestos desechados y se burlan de la normalidad. Pero esta mina punk, la de la melena roja, es un cuerazo, esas ganas de afearse la hacen más atractiva.

No puedo dejar de mirarla. Ella despierta mi imaginación, mi mente se revoluciona, y no son los pitos, no es el trago, no es el maldito aire del lugar, talvez sí, pero sé que esa no es la causa. Tengo la certeza que debe ser una mujer de un complejo mundo espiritual, quizás hasta autodestructivo. Deseo que sea el tipo de mujer que busca la belleza en el abandono, que encuentre lo aparentemente grotesco como una sustancia hermosa. Por eso quiero que me conozca.


Me encanta como se mueve. Ella menea sus caderas sin ganas, y sus brazos se alzan al cielo para luego depositarse sin fuerza sobre su cabeza. Parece que fuera radiactiva, nadie a su alrededor se acerca vigorosamente, no la tocan, no la empujan, no la alcanzan. Ella mira el escenario y canta junto a Ciro, a veces mira al cielo y cierra sus ojos, pero sigue cantado. Su cuerpo se mueve pausadamente y me dan ganas de abrazarla, de estrecharla fuertemente entre mis brazos. Veo a un joven de polera a rayas que esta tomando vino en caja de tetra pack, me acerco decidido y con cara de malo le pido un trago, él me queda mirando con recelo y me pasa la caja sin decir palabra, tomo un sorbo como si fuera el último de mi vida. Y ella sigue cantando.

Ella es distinta a todas, a todas las demás / Ningún chico pudo con ella y ningún chico podrá / Ella va a la cancha, nadie la comprenderá / Ni siguieran la comprenden las chicas de su edad / Siempre esta sola en la cancha / Apartada de los demás / Mira el partido mientras canta /Siempre es la misma canción. / Ella evito las drogas no tiene tiempo demás / Ella no busca su amor va directo a lo mejor / Goza pasando el tiempo aferrada al alambrado / Ella se siente mujer, no la pueden vulnerar / Siempre esta sola en la cancha / Apartada de los demás / Mira el partido mientras canta / Siempre es la misma canción / Dale o, dale o, dale o ponga huevos que aquí no pasa nada / Los huevos del equipo, los huevos de la hinchada / Dale boca que vamos a ganar.

Han pasado tres temas, escupo saliva morada, tengo la boca áspera, me siento algo ansioso, pero sé que este es el momento, es ahora o nunca. Me acerco, la miro a los ojos, ella parece no verme, estoy a dos metros. Quiero sentir su olor a sudor. Me detengo y trato de pensar una frase que sea ingeniosa, aunque ese tipo de palabras no abundan en mi boca, menos cuando estoy excitado. Me acerco a ella, establezco contacto visual, me queda mirando con sus ojitos achinados.


La pausa que se produce entre temas, me obliga a detenerme a un metro de su pálida presencia, el público grita y aplaude satisfecho. Ella no se ha dado cuenta que estoy tan cerca, miro sus brazos, lleva un brazalete en la muñeca izquierda con unos remaches cuadrados, y su antebrazo esta cubierto por cicatrices, tiene más de una decena, mis ojos se depositan fijamente en ellas.

Mi insistente mirada parece haberla ofendido, pone sus brazos en jarra y furiosa me increpa.

-¿ Qué miras imbecil?
-tus cicatrices- contesto tranquilamente.
-¡te parecen divertidas pedazo de mierda¡-dice mientras mete su mano derecha en el bolsillo trasero de su pantalón.
- me parecen hermosas- digo mirándola tímidamente a los ojos.
-¿Qué onda, estas loco?
- Sí un poco.

Las luces del escenario giran, los Attaque 77 continúan a cien, la juguera humana sigue moliendo cuerpos y nosotros estamos ahí, hombro con hombro, escudriñando nuestro silencio, acompañándonos a pesar del ruido ensordecedor, del humo, de los empujones de los ebrios y de la pesada atmósfera de sudor y marihuana.

-Hola, mi nombre es Evaristo -digo con seguridad.

Ella me mira y asiente con su cabeza, después como si quisiera disculparse de algún chiste me regala una sonrisa de niña traviesa.

-¿Señorita me deja terminar lo que quiero decir?- digo haciéndome el enojado.
-si, por supuesto dime – dice la pelirroja- gracias por lo de señorita.
-De nada –digo confundido- ¿en que estaba?, ah, lo que te quería decir, es que creo instuyo tu locura y no pude resistir las ganas de saber tu nombre.

Ella se ríe de mis frases rebuscadas. Su vista se dirige hacia el escenario, observa a su alrededor como si estuviera buscando a una persona y después me mira.

-¿tenias ese discurso preparado?, a todas le debes decir lo mismo.

-No para nada, realmente siento eso.

- no seas mentiroso.




Ella me mira con desconfianza da un paso hacia tras y me vuelve a observar, piensa en algo, en eso momentos me siento con si estuviera en la prueba más importante de mi vida. Se acerca hacía mí y me contesta con una voz gastada de tanto cantar.

-Hola, mi nombre es Trinidad.
Ella me estira su mano y nos saludamos, como si alguien nos estuviera presentando.

- ¿puedo hacerte una pregunta Trinidad?
-por supuesto Evaristo- dice con un tono lúdico.
-¿Puedo llamarte Trini?- digo mirándola a los ojos.
- Claro, todos me llaman así –dice con indiferencia.
- me refiero a si puedo llamarte por teléfono.
-que eres patudo- dice frunciendo el ceño.
-disculpa, no quiero que piense que soy un patudo, quiero ser directo, y sólo quiero descifrar tu misterio.
-¿y que misterio crees que escondo?- dice con un tono de voz nervioso.
- El de apreciar la belleza en las cosas que parecen grotescas.
-¿y por qué crees saber eso de mí?- dice, mirándome a los ojos.
- realmente no lo sé -
- en serio piensas eso de mí- dice coquetamente- no estarás tratándome de engrupir.
- crees que alguien feo como yo, se atrevería a hablarle a una mujer tan enigmática como tu, si no estuviera seguro de lo que siento- digo gesticulando como un caballero.
-si debo reconocerlo eres todo un caballero -dice Trini mientras me ofrece su mano-, no todos poseen esa calidez y facilidad de palabra que tu tienes, además no eres tan feo.

Su mano y la mía se enlazan, no quiero soltarla, pero lo hago. Ella me trata con confianza como si nos conociéramos de tiempo, eso me hace sentir seguro. Pero siento que me empujan, me doy vuelta a observar y el gordo infeliz, el maldito de la bengala, se queda frente a mí, y sin decir palabra me encaja flor de cornete, me tira al suelo y me golpea con sus bototos en el estomago. Después de unos segundos de inconsciencia, trato de sacarme el dolor de encima, observo que a mí alrededor, no está el guatón maldito, no está la Trin,i y un grupo de pendejos tratan de levantarme del piso, me dan un poco de vino y se retiran. Una vez repuesto trato de encontrar a Trini, pero sólo esta la juguera humana y cinco mil personas que se están disfrutando la música. En estos momentos tocan unos de sus nuevos éxitos. Salgo corriendo y me meto a la juguera a patear uno que otro culo, esto no me hará sentir mejor, bueno, creo que sí.
Fin de Segunda Parte...

10 comentarios:

Bárbara Avello Vega dijo...

siento que evaristo es chiquitito

Fab Llanos dijo...

jajajajajajaja. En cagarme de la sari!

Roberto_Carvallo dijo...

es idiota la historia... de hecho me da lata narrarla...pero como soy cara de culo la terminaré pues además no tengo nada más que publicar en el blog...

es un alago que te hayas cagado de la risa fabiola...

y si cuervo... es un guatón culiao..

adios se despide el King of the hueones.

pauli dijo...

sabes?
siempre me pregunto como son esas mujeres?

esk a veces te vienen con ese cuento
y uno no sabe ke decir..!!

puede ke lo ke te dicen sea verdad

suerte en todo
y felices fietas y todas esas cosas d fin de año

aiòz

Clara Galleguillos dijo...

A mi no me parece una historia ridicula es mas me gusto mucho leerla...es casi real pude imaginarme a sus personajes...igual ojala puedas seguir deleitandonos con tus historias que estan muy buenas

chica canifru dijo...

El tipico weon cuentero.Ya no se compra la poma tan facil.

::: Isis ::: dijo...

Yo no encontre idiota la historia... al contrario me gusto mucho.

Ah! mi proposito era desearte unas felices fiestas, y que este año 2006 sea muy bueno para ti.

Saludos.-

Nachitaxxx dijo...

jajaja, que buen nobre el de ella!
me gusta la historia... aunque evaristo nome suena a nombre de tipo en una tocata de attaque...
bueno... espero la otra parte
:D

beshos, profe

Claudia Castora dijo...

Ta wena, ta wena, le sigo Betito, dele que le sigo.
Aprovecho de dejarle un tremendo abrazo mi huacho, ya que no se lo di antes.
Felíz año nuevo y que le siga fluyendo lindo
(la pluma, digo)

Un besote

pomelo dijo...

azorrao!!!!!!!!!!
jajajajajajaja...no pude evitar reirme con la flor de cornete...perdon, pero es la verdad. y es que despues de un momento tan emocinante como el dialogo y las manos tomadas, el cornete es pa cagarse de la risa...
me gusta esta historia.
sigue sigue
besos ro!"