jueves, febrero 02, 2006

MADURAR

El delirio no me alcanza
para transformarme
en un tipo confiable.
Porque la novel locura
que antaño
me rodeó de luz,
hoy me relega al margen
de una cuneta ardiente.
Conciente que mis desvaríos
no divierten
a la alegre concurrencia,
es más me aleja
de las honorables
complacencias,
Me sumergen
en lagrimas saladas,
hastiado y absorto
de la cursi demencia,
añoro con nostalgia
la inocente paciencia
de observar los árboles
cazando belleza.
bajo la sombra
de un consuelo asceta
vigilo aterrado,
empotrado en el pupitre,
el destino pactado
de mi irremediable devenir.

1 comentario:

pauli dijo...

gracias por lo d ela cadena ^^
de ke te pareces a un amigo mìo eso se me hace extraño..

a mime sumergen canciones viejas
letras susurrantes
sabor ha ayer

despedidas con soft

saludos
aiòz sr. profe